La evidencia es aquella prueba que se recolecta en una escena del crimen y que sirve para esclarecer un hecho que se estudia en un proceso judicial.
El término en sí puede ser más genérico, es decir, adaptado a muchos campos de la vida cotidiana y el estudio científico, sin embargo es más fácil relacionarlo con la materia criminalística.
Un perito forense al momento de realizar una investigación criminalística se encuentra con una gran diversidad de indicios, evidencias y pruebas.
Se debe tener en cuenta todos estos elementos para cumplir con su labor adecuadamente.
Clasificación de las evidencias
Principalmente existen dos tipos de evidencias que por lo general se encuentran en una escena delictiva
EVIDENCIA DIRECTA: Debe tener en cuenta todos estos elementos para cumplir con su labor adecuadamente.
Por ejemplo: El testimonio de un testigo ocular es la forma más común de prueba directa que probablemente se presentará en un juicio penal.
EVIDENCIA CIRCUNSTANCIAL: La evidencia circunstancial , por otro lado, es un conjunto de hechos que, cuando se toman en conjunto, conducen a una conclusión deseada.
Artefactos de uso para encontrar evidencias
Increíblemente los delincuentes hoy están utilizando la tecnología para facilitar el cometimiento de infracciones y eludir a las autoridades. Este hecho ha creado la necesidad de que tanto la Policía Judicial, la Fiscalía General del Estado y la Función Judicial deba especializarse y capacitarse en estas nuevas áreas en donde las Tics se convierten en herramientas necesarias en auxilio de la Justicia y la persecución de delito y el delincuente.
Pero por lo general el equipo necesario para la recolección de evidencias es el siguiente:
Guantes.
Tapabocas/mascarillas.
Monogafas/gafas.
Overoles/monos para trabajos especiales.
Cofias/gorros.
Cubre calzado.
Máscaras con filtros.
Botas de protección.
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